
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) definió Gobierno Corporativo como la correcta asignación de poderes y responsabilidades entre el directorio, la administración y los propietarios de una empresa, en dicha definición el organismo internacional reconoce que el Gobierno Corporativo no es sólo un conjunto de reglas externas, es una disciplina empresarial necesaria para mantener una relación estable y productiva entre los participantes de cualquier organización. Entendiendo que la transparencia y la rendición de cuentas son más que un ejercicio de cumplimiento; son ingredientes esenciales de una buena gestión y un requisito para la buena salud de las organizaciones (OCDE, 2016).
Otras definiciones sobre el Gobierno Corporativo refieren a que es un conjunto de prácticas y controles cuyo objetivo es llevar una administración transparente y equitativa alineada con los intereses de sus accionistas, tiene como premisa prevenir conflictos de intereses y posibles abusos, así como el menoscabo en el patrimonio de sus inversionistas (IMEF, 2020).
Dentro de la estructura de Gobierno Corporativo, los principales participantes en una empresa son los siguientes:
Los propietarios e inversionistas que aportan capital para financiar el negocio.
Los ejecutivos, gerentes y empleados que manejan el negocio en el día a día e implementan las políticas y estrategias.
El directorio (Junta Directiva o Consejo de Administración), que mantiene cuatro funciones principales: (i) representar los intereses de los propietarios, (ii) supervisar y brindar asesoramiento estratégico a la dirección ejecutiva, (iii) establecer políticas que apoyen el objeto social; y (iv) cumplir con su deber legal de actuar en el mejor interés de la empresa.
Estos actores conforman lo que se conoce como el triángulo de Gobierno Corporativo, Ambiente Social y de Gobierno (ASG) de la empresa; la estructura del triángulo representa el modelo de gobernabilidad en el que el Gobierno Corporativo ha establecido un balance entre los tres grupos, proporcionando de esta forma las condiciones óptimas para que la empresa prospere, cumpla con sus objetivos estratégicos y logre un desarrollo sostenible a largo plazo (OCDE, 2012).
La OCDE estableció que el objetivo del Gobierno Corporativo es facilitar la creación de un ambiente de confianza, transparencia y rendición de cuentas necesario para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad en los negocios. Todo ello contribuirá a un crecimiento más sólido y al desarrollo de sociedades más inclusivas. Los principios buscan ser un marco de referencia en la implementación del Gobierno Corporativo, destacando entre sus postulados:
Proteger los derechos de los accionistas y asegurar un tratamiento equitativo para todos ellos (minoritarios y extranjeros).
Tener la oportunidad (todos los accionistas) de obtener una efectiva reparación de daños por la violación de sus derechos.
Reconocer derechos de terceras partes interesadas y promover una cooperación activa entre ellas y las sociedades en la creación de riqueza, la generación de empleos y el logro de empresas financieras sustentables.
Ser informado adecuadamente y a tiempo de todos los asuntos relevantes de la empresa (situación financiera, desempeño, tenencia accionaria y su administración).
Contar con una guía estratégica de la compañía, el monitoreo efectivo de la dirección por el Consejo de Administración y sus responsabilidades con sus accionistas.
La adopción de una política adecuada de Gobierno Corporativo genera beneficios que algunos autores destacan como un impacto positivo en las decisiones relacionadas con los inversionistas y potenciales inversionistas (Hebble y Ramaswamy, 2005). El IMEF destaca entre los beneficios de la implementación de políticas de Gobierno Corporativo, los siguientes:
El trato igualitario y la protección de los intereses de todos los accionistas.
El reconocimiento de terceros interesados en el buen desempeño, la estabilidad y la permanencia en el tiempo de la sociedad.
La emisión y revelación responsable de la información, así como la transparencia en la administración.
Asegurar que exista la visión estratégica de la sociedad, así como la vigilancia y el efectivo desempeño de la administración.
El ejercicio de la responsabilidad fiduciaria del Consejo de Administración.
La identificación, administración, control y revelación de los riesgos a los que está sujeta la sociedad.
La declaración de principios éticos y de responsabilidad social empresarial
La prevención de operaciones ilícitas y conflictos de interés.
La revelación de hechos indebidos y la protección a los informantes.
El cumplimiento de las distintas regulaciones a las que está sujeta la sociedad.
Dar certidumbre y confianza a los inversionistas y terceros interesados sobre la conducción honesta y responsable de los negocios de la sociedad.
Fuentes:
OCDE, Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y del G20, Ediciones OCDE, Paris, 2016, disponible en: https://cutt.ly/2KWeclO
Andrés Bernal, et. al, Gobierno Corporativo en América Latina. Importancia para las Empresas de Propiedad Estatal, en Serie Políticas Públicas y Transformación Productiva N° 6 / 2012.
Garzón Castrillón Alfonso, El Concepto de Gobierno Corporativo, en Revista Científica "Visión de Futuro", vol. 25, núm. 2, pp. 154-177. 2021
IMEF, Gobierno Corporativo, en Boletín N°1 Ejecutivos de Finanzas-Comité Ejecutivo Local.
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